Hace nada me tope con un articulo titulado «Efecto Matilda: ser mujer resta puntos en el currículo científico». El termino acuñado por la historiadora de la ciencia Margaret Rossiter, en honor a Matilda J. Gage, activista sufragista y abolicionista neoyorkina de finales del siglo XIX, que identificó y denunció la invisibilidad de las mujeres, pese a sus méritos en varios contextos, incluyendo la Biblia. El articulo al que me refiero, hace referencia al injusto trato y reconocimiento de las mujeres dentro del ámbito científico tan solo por su sexo.

Esta semana os traigo el trabajo de una mujer que por ser hija de un científico, heredó y mamó desde pequeñita la inquietud por la ciencia, el conocimiento, la investigación y la experimentación con nuevos medios. Desde luego, no era algo nada común en su época. Lo más normal era que su padre la hubiera educado para conseguir un buen matrimonio, y pasar sus días pariendo hijos, acudiendo a la iglesia y a reuniones sociales. Tengamos en mente que estamos hablando de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX.

Por fecha de nacimiento debía de haber incluido a Anna Atkins, nacida en 1799, la primera de la lista en esta recopilación de mujeres pioneras en la fotografía , ya que es la autentica pionera. Creo que merece el honor de dedicarle una entrada entera a ella sola.  Me apasionan sus cianotipias y siempre he sentido una enorme fascinación cuando ciencia y arte se unen. Anna Children nació en Tonbridge, Kent y se quedo huérfana de madre al morir esta tras el parto. Su padre, John George Children, era químico, minerólogo y zoólogo, distinguido por el mineral childrenita y la pitón de Children australiana (Antaresia childreni), a los que se les dio su nombre. Quizás fuera el hecho de quedar huérfana de madre lo que hizo que padre e hija desarrollaran una estrecha relación, alimentada en gran parte por compartir éste su inquietud científica con su pequeña.

En 1825 Anna Children se casó con John Pelly Atkins y se convirtió en Anna Atkins. Educada como botánica, siguió  dedicada y volcada a esta ciencia tras su matrimonio. En 1839, fue admitida como miembro de la Sociedad Botánica de Londres, una de las muy pocas instituciones científicas de la época que admitía mujeres.

Sir John Herschel, astrónomo y científico amigo de la familia, inventó el proceso fotográfico de la cianotipia en 1842. Anna aplicó el proceso para resolver las dificultades de realizar dibujos precisos de los especímenes botánicos y se autoeditó la primera entrega de fotogramas de cianotipos de algas, reunidos en el libro de referencia científica  British Algae: Cyanotype Impressions. Fue la primera persona en publicar un libro ilustrado exclusivamente con imágenes fotográficas. Sólo se hicieron unas doce copias del libro, una de las cuales se encuentra en el National Media Museum en Bradford, Inglaterra.

Atkins disputa el haber sido la primera mujer en realizar una fotografía (calotipo) con la esposa de William Henry Fox Talbot  con el que había mantenido correspondencia, ademas contaba con una cámara propia.  A pesar de ello, opto por la cianotipia para producir todas sus imágenes botánicas colocando directamente los especímenes sobre el papel sensibilizado y exponiéndolos a la luz del sol.

En 1850 con la colaboración de su amiga Anne Dixon continuó publicando otras entregas de la serie British Algae, además de otros libros como: Cyanotypes of British and Foreign Ferns (1853) y Cyanotypes of British and Foreign Flowering Plants and Ferns (1854)

Anna Atkins en Getty Museum

Anna Atkins en Encyclopædia Britannica

Anna Atkins en www.cadadiaunfotografo.com