«I looked like an angel, but I was a fiend inside»…
«Parecia un angel, pero era un demonio por dentro»…
Esto es lo que Lee Miller (EEUU,1907) pensaba de si misma después de haber abandonado su vida como reportera fotográfica y retirarse a vivir a una granja en Sussex en 1947. Allí guardó los miles de negativos y hojas de contactos en una caja en el desván, y allí quedaron escondidos hasta que, tras su muerte en 1977, los encuentra su nuera Susana, la mujer de su único hijo Antony Penrose. Junto al material fotográfico su hijo también encontró varios diarios y descubrió, no solo la carrera como fotógrafa de su madre, sino algunos detalles de su vida que le hicieron comprender el porqué de la atormentada, y a veces cruel, personalidad de la mujer que el había conocido.
Su especial belleza fue para Lee fue un arma de doble filo. Su infancia se quebró cuando fue violada por un conocido de la familia con tan solo siete añitos. Si esto no hubiera sido suficientemente terrible, encima este desgraciado la infectó de gonorrea. Su madre, que había sido enfermera, la sometió durante años a un tratamiento doloroso e invasivo, incluso desinfectaba todo lo que la niña hubiese tocado. Su padre, fotógrafo aficionado, decidió entonces, parece que con buena intención pero creo que no con mucho acierto, hacer posar a su hija desnuda para sus fotografías a modo de peculiar exorcismo que continuo a lo largo de toda su adolescencia.
A los 19 años Lee reúne fuerzas para huir de su «extraña familia» y se va a Nueva York. En la «Gran Manzana» es rescatada de morir atropellada por un camión, nada más y nada menos, que por el magnate de prensa Condé Nast. El editor de la revista Vogue se había fijado en ella entre la multitud y así comienza una estrecha y fructífera relación entre Lee y la revista que se extendió durante treinta años. Su primer trabajo como modelo no fue una fotografía sino una ilustración para la portada.
En 1929, Lee posa para la primera fotografía de un anuncio de compresas Kotex. De hecho era la primera vez que salía una foto de una mujer, anunciando un producto para la higiene femenina. Este «escandaloso» anuncio hizo que su exitosa carrera como modelo acabase abruptamente. En el fondo, aquello le vino muy bien, pues Lee estaba ya bastante harta y ansiaba nuevas experiencias.
Se traslada a París y, tras mucho insistir, se convierte primero en aprendiz y más tarde en compañera, musa y amante de Man Ray. Entre ambos inventaron y perfeccionaron el proceso técnico de solarización, en realidad, fue ella quien la descubrió por error en el laboratorio, del mismo modo que muchas de las fotografías atribuidas a Man Ray fueron hechas por ella. Man Ray, obsesionado por su belleza, fragmentó y diseccionó su cuerpo con la cámara. Lee se convirtió en musa e icono de la vanguardia artística parisina y activa participante del movimiento surrealista.
Lee Miller, Mujer desconocida, retrato solarizado, 1930.
Entre su círculo de amigos estuvieron Pablo Picasso, Paul Eluard y Jean Cocteau, de hecho aparece en la película de este último «Le sang d’un poète» en 1929, (La sangre de un poeta ) interpretando una estatua que cobra vida.
En octubre de 1932 Lee abandona su apartamento del bohemio barrio de Montparnasse, incapaz de someterse a las exigencias de fidelidad de un Ray poseído por los celos. En su dorado circulo intelectual estaba bien vista la promiscuidad en los hombres, pero desgraciadamente cómo suele ser, no en las mujeres. Ese día su amante y maestro, Man Ray, se autorretrataba con una pistola en la mano y una soga alrededor del cuello. La relación había acabado de forma tempestuosa y Miller volvía a Nueva York a montar su propio estudio.
«Colas de rata», 1930
Esta icónica escultura surrealista de Man Ray fue titulada originalmente como Object to be Destroyed (Objeto para ser destruido) de 1923; Man Ray añadió a un metrónomo de 26 cm de altura la fotografía de un ojo en la aguja. Nueve años después cuando Man Ray es abandonado por Lee Miller, este sustituyó el ojo de alguien desconocido por el de su ex amante, y cambió el título del ready-made por el de Objeto de destrucción. En 1957, un grupo de estudiantes destruyeron el metrónomo, pero Man Ray lo reconstruyó en 1963, y dándole un giro conceptual, lo tituló definitivamente Objeto indestructible.
Su estancia en Nueva York no duro mucho tiempo, la inquieta Lee decidió casarse con el que hasta entonces había sido uno de sus amantes, el egipcio Aziz Eloui Bey y se mudaron a El Cairo.
Esta fotografía fue realizada por Miller durante su estancia en Egipto, donde también fotografió las pirámides, la gente y el desierto, pero a pesar de su esfuerzo, las obligaciónes ordinarias de su papel como esposa no tardaron en cause hastío en su naturaleza inquieta.
En 1937 regresó a París donde conoció a su futuro marido, el crítico y coleccionista Roland Penrose. Viajaron juntos por Europa hasta que en 1939 fijan su residencia en Londres. Cuando comienza la guerra Lee convence a sus editores de Vogue para ser su corresponsal, trabajo que se tomo muy seriamente, entre 1939 y 1945 formó parte del London War Correspondents Corp. Aunque al principio fue destinada a unidades de mujeres lejos de la acción bélica, tres semanas después del Dia-D consiguió ser asignada a un hospital en el campo de batalla en Normandia. Comenzó realizando imágenes de la guerra con un toque surrealista y a veces irónico, pero según el conflicto escalaba y fue siendo testigo de más atrocidades su trabajo refleja cada vez más el horror que la rodeaba. Recorrió Francia fotografiando entre otros los efectos del napalm en el asedio de Saint Malo, la liberación de París, la batalla de Alsacia y el horror en los campos de concentración de Buchenwald y Dachau.
» Nonconformist Chapel», Camden Town, Londres,1940.
«Guarda de las SS muerto en el canal», Dachau, (1945)
Buchenwald: «Guarda apaleado», Abril 1945.
«Berghof en llamas» (residencia de Hitler en los Alpes Bávaros), 1945.
«Buchenwald, Abril», (1945)
Suicidio de la hija del Burgomaestre Nazi, Leipzig, Vogue Magazine, 13th Abril 1945.
Esta polémica foto ( algunos la califican de travesura, otros de mal gusto) retrata a Lee Miller en la bañera de Hitler en su apartamento de Munich. Según sus palabras: “Me limpiaba la suciedad de Dachau”. En mi opinión creo que Lee y su compañero David E. Scherman, estaban en todo su derecho tras haber pasado el día documentando el horror del campo de concentración de tomarse la libertad de asearse y descansar allí y realizar estas fotos que, es cierto, inspiran una cruel ironía. Podemos ver a los pies de la bañera las botas que había usado llenas de barro. Esta hecha el 30 de abril de 1945, el mismo día en que, en un búnker de Berlín asediado por el ejército bolchevique, Hitler se suicidaba.
Lee Miller en la bañera de Hitler © David E. Scherman
Tras acabar la guerra y regresar al Reino Unido notó los efectos del trastorno por estrés postraumático y en 1947 se divorció de Aziz Eloui Bey y se casó con Roland Penrose del que se encontraba embarazada. Tuvo a su hijo a los 40 años y abandonó su actividad fotográfica por completo, siendo conocida en esta época como Lady Penrose. En 1949 se trasladó a vivir a Farley Farm House en Sussex, allí siguió en contacto con el circulo surrealista para los que organizaba cenas y cocinaba «platos surrealistas»: espaguetis azules y pechugas de pollo verde acompañados de coliflor rosa , y cómo postre » pezones con salsa rosa». Sin embargo, sus aventuras se habían acabado, ya no podía ser soldado y vivir al limite esquivando bombas, las atrocidades que vivió y de las que fue testigo la sumieron en una espiral de depresión y autodestrucción hasta su muerte por cáncer en 1977.
Aqui os dejo el enlace a un estupendo documental sobre Lee Miller que os recomiendo veáis.
Así es cómo retrató Pablo Picasso a Lee Miller en 1937.
18 mayo, 2020 en 9:30 pm
Ruth, me encanta tu blog… he encontrado mucha información interesante en tus artículos. Me parece fascinante descubrir la historia detrás de los grandes fotógrafos y sus fotografías. No sabía la historia detrás de la foto de Man Ray con el lazo y la pistola o que Lee Miller fuera la creadora de las solarizaciones. También me parece valioso hacerle justicia a esta gran artista y fotógrafa que al igual que muchas grandes artistas quedo eclipsada por su compañero. ¡Gracias!
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19 mayo, 2020 en 9:41 am
Me alegro mucho.Gracias!
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18 mayo, 2020 en 9:23 pm
Ruth, me encanta tu blog… he encontrado mucha información interesante en tus artículos. Me parece fascinante descubrir la historia detrás de los grandes fotógrafos y sus fotografías. No sabía la historia detrás de la foto de Man Ray con el lazo y la pistola o que Lee Miller fuera la creadora de las solarizaciones. También me parece valioso hacerle justicia a esta gran artista y fotógrafa que al igual que muchas grandes artistas quedo eclipsada por su compañero. ¡Gracias!
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19 mayo, 2020 en 9:41 am
Me alegro mucho,gracias Carlos
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9 septiembre, 2015 en 8:29 am
Gracias, Ruth, por este interesante artículo! Dado mi interés por la pintura, tenía conocimiento de Lee Miller en el ambiente surrealista, sin embargo desconocía esta etapa suya como fotógrafa (fotos de composición interesante las que acompañan esta entrada). Una vida intensa y una mujer fuerte. Pero no estoy de acuerdo en que su belleza haya sido un arma de doble filo: la violación es un acto de crueldad cuya culpabilidad recae completamente en el violador, la belleza de la mujer no justifica ningún tipo de agresión hacia ella.
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10 septiembre, 2015 en 12:49 pm
Me desconcierta profundamente y me siento ofendida por que hayas podido interpretar que justifico de algún modo su violación por su belleza!!
Lo que tu dices acerca de la violación me parece más que obvio.
Me referia a su vida en edad adulta y al referirme a la belleza como arma de doble filo me refiero a algo más complejo.
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13 septiembre, 2015 en 7:42 am
Hola, Ruth!
Entiendo que te sientas ofendida, y me disculpo por dar a tus palabras una interpretación diferente.
Aclarado este mal entendido de mi parte, quiero agradecerte este trabajo muy en especial porque me ha permitido conocer más de esta gran mujer. Y precisamente hoy, no, ya no es hoy, ayer sábado, se inauguró en el Museo de Arte Moderno, acá en México, D.F., una exposición retrospectiva de ella, «Lee Miller. Fotógrafa surrealista». Así que tendré la oportunidad de tener un mejor conocimiento de su trabajo como fotógrafa.
Saludos, Ruth!
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29 agosto, 2015 en 11:35 am
Gracias Ruth, no tenía ni idea de la terrible infancia que padeció esta increíble mujer…de diván, nos vemos pronto.
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