Bram Stoker (1847) sitúa el castillo del Conde Drácula en el Valle de Bargau al noreste de Transilvania, así como el viaje de su protagonista Jonathan Harker, perseguido por los lobos, a través del paso de Borgo, y el lugar donde Drácula se desvanece en polvo.
Bram Stoker nunca estuvo en Transilvania pero hizo una exhaustiva investigación en la sala de lectura del British Museum. Estudió documentos y libros de viajes, y se informó sobre el folklore de Transilvania. En su novela hace descripciones topográficas ubicando sus escenas imaginarias en una región geográfica que por aquel entonces se consideraba una de las partes de Europa más salvaje y desconocida. Sigue leyendo