Ser ciego y fotógrafo es algo en principio, difícil de digerir. Pero aquí tenemos a este señor esloveno, Evgen Bavcar, para facilitarnos la digestión. Si no fuera suficiente paradoja, además de fotógrafo, Bavcar se convirtió en el primer profesor invidente de Historia y Filosofía del Arte en la Universidad de Liubliana, después de pasar por la Sorbona. ¡Toma reto de superación!
Bavcar perdió la visión de un ojo al herirse con una rama cuando era niño. El destino quiso que meses después, la explosión de una mina antipersona olvidada en el campo le dañara el otro ojo, del que, paulatinamente en unos meses, fue perdiendo visión . Su primera foto la realizo a los 16 años, siendo completamente ciego.
“Fue el descubrimiento secreto de poder poseer algo que no podía mirar.”
Como fotógrafo, se vale de “mediadores”, tal y cómo el los califica, para materializar sus “imágenes mentales” en fotografías físicas. Y como filosofo del arte, se basa en las descripciones de otros de las obras para sus estudios y sus clases. Como cualquier invidente, se ayuda de otras percepciones físicas como el calor, el sonido o el tacto.
“Las manos miden la distancia y lo demás lo hace el deseo de imagen que hay en mi.”
Carece de la percepción física , pero es precisamente esa falta de visión ocular la que permite que su percepción intelectual y simbólica sea tal lúcida.
“Mi mirada no existe más que por el simulacro de la foto que ha sido vista por otro.”
Elucubrando sobre el misterio de la mirada humana, la diferencia en la mirada es lo que cambia todo, por lo tanto creo que estamos mirando cada vez peor, de tanto mirar imágenes se nos van haciendo invisibles.
Se puede mirar sin ver. Este hombre no ve pero mira, la gran mayoría miramos pero no vemos, vaya lío.
La distinción entre lo visible y lo visual que plantea Bavcar nos hace reflexionar sobre la ceguera intelectual en la que estamos inmersos porque miramos sin ver corriendo el peligro de caer en un mundo de apariencias vacías. Padecemos una severa ceguera fotográfica por saturación.
“ Mi labor es reunir el mundo visible con el invisible.”
“La ceguera no es sólo problema del ciego, sino, y sobre todo, de los videntes”
He encontrado un buen montón de sinónimos de ceguera que no se refieren a la falta de visión ocular: ignorancia, ofuscación, extravío, prejuicio, error, borrachera, embriaguez, alucinación, ofuscamiento, deslumbramiento, hechizo, encantamiento.
De ciego: Insensible, Cerrado, obturado, taponado, lleno, harto.
Estamos ciegos de imágenes, ya no tenemos más capacidad para manejar tanta información visual, tanto estimulo acaba siendo ignorado.
Os pido perdón por el largo parón estival, este verano he padecido un brote severo de “ceguera fotográfica por saturación”, del cual afortunadamente me estoy curando. Ya me han vuelto las ganas de mirar, creo que es un buen síntoma.
Por cierto viajando por Eslovenia, un pequeño y precioso país entre Italia, Austria, Croacia y Hungría, al cual particularmente, yo no había mirado nunca, he pasado muy cerca del pueblecito donde nació Evgen Bavcar, se llama Lokavec, muy cerquita de la frontera con Italia. No lo ví.
Bavcar no es el único fotógrafo profesional completamente “ciego”, es decir invidente. Que yo haya encontrado: Paco Grande y Flo Fox, en Nueva York, Pete Eckert en san Francisco, Toun Ishii dedicado devotamente a fotografíar exclusivamente el Monte Fuji en Japón, Gerardo Nigenda en México y Daniela Hornickova que ha sembrado la semilla acercando la cámara en el colegio para invidentes Jaroslav Jesek de Praga. Seguramente habrá muchos más.
Queda claro que, no hay más ciego que el que no quiere ver.