Existe el Pantone color carne? Cual es tu Pantone? Estas dos preguntas surgen necesariamente al conocer el proyecto Humanæ de Angelica Dass.
¿Acaso es tan determinante en esta humanidad cada vez mas combinada y globalizada? Los matices de color demuestran la simplista y obsoleta clasificación por razas: negra, blanca, roja y amarilla. ¿Cuantos tonos de rosa, de marrón o de naranja hacen falta para segmentar la humanidad según el color de piel? Tal variedad de matices nos hace homogéneos.
Existe una inmensa gama de colores condicionada a factores externos y de adaptación. De hecho, tengo curiosidad en saber cual es mi pantone de invierno y cual el de verano. Mi Pantone podría acercarse a cualquiera de los siguientes a lo largo del año.
Este proyecto abierto y global consiste en una colección de fotografías de personas sobre el color de fondo de su piel y un código Pantone que las identifica. Pretende crear un rango cromático de los distintos matices de color de piel de la humanidad. Los participantes son todos voluntarios que estén interesados en participar en este mosaico global. El proceso fotográfico es riguroso y sistemático, una clasificación taxonómica. A partir de un cuadrado de 11 x 11 píxels tomado del color de la nariz de cada retratado a partir del cual se extrae el color de fondo, su código Pantone. El porqué de la nariz tiene su fundamento, es lo primero que cambia de color cuando nos resfriamos, bebemos unos vinos, o nos ponemos al sol.
Esto conlleva a una descontextualización social, cultural y política de los individuos (excepto en la mujer cubierta con hijab), y demuestra la gran variedad y al mismo tiempo la homogeneidad de la raza humana.
Su contenido ético y pedagógico queda patente en las distintas aplicaciones y adaptaciones que el proyecto de Angelica ha inspirado a otras personas ajenas a él.
Humanae re-interpretado en clase por los alumnos de 4º de primaria del CEIP Ferrández Cruz en Elche (Alicante) , España.
Ana Vasconcelos, profesora de primaria, hace un ejercicio con sus alumnos después de enseñarles la web de Humanæ. Los niños mezclan pigmentos en busca del color de su piel y después dibujan un autorretrato.
De este modo, reflexionan sobre su identidad. Como dice Angelica: «No existe el lápiz color carne».
Este proyecto se inicio en abril de 2012, solo un año después se llevaba el Premio Festival Off de PhotoEspaña. El objetivo de Angelica es viajar por los cinco continentes para conseguir el mayor muestrario de colores de piel posibles. Después de arrancar en Madrid, pasearse por París, Chicago y Sao Paulo, este 2014 su objetivo es África, y después Asia.
El sistema Pantone es un sistema de identificación cromatica a través de un código alpha-numérico para su uso en las artes graficas, conocido como Pantone Matching System. Surge de una empresa, fundada como tal en 1962 por Lawrence Herbert, un químico que trabajaba en la empresa que fabricaba tarjetas de colores en el sector de la cosmética.
Creo en lo mas profundo de mi ser que el arte es algo elevado, que debe estar en lo más alto de la pirámide, lejos de intereses mercantiles y modas pasajeras. En mi opinión este proyecto merece ese lugar en lo más alto por su capacidad de hacernos reflexionar, partiendo de un concepto muy simple, sobre nuestro lugar dentro de la humanidad y nuestra capacidad de empatía hacia la totalidad de nuestra «especie».
Si quieres seguirle la pista a Angélica y a su proyecto “Humanae”, o participar en el, la puedes seguir en su web y su Facebook
23 junio, 2014 en 10:09 pm
Miras para entender y no solo para responder. Hoy es una visión especial, única.
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