Todas las incongruencias, el alarmismo con el Ébola y el sacrificio del pobre Excalibur me han hecho pensar en la obra de Peter Beard. Aunque estamos hablando ya casi de un clásico, Beard sigue vigente en muchas publicaciones. Sus predicciones sobre el futuro de África cada día se hacen más presentes. Con todo el revuelo, se nos olvida que esta enfermedad ha pasado a los humanos porque los murciélagos de la fruta han perdido su hábitat gracias a la codiciosa mano del hombre, que parece ser ajeno a las consecuencias de sus actos. El virus fue identificado por primera vez en 1976 y no ha llegado a nuestro país saltando concertinas, lo hemos traído nosotros. Solo nos acordamos de África cuando truena.
Beard se familiarizó con la vida en los paisajes abiertos de Kenia en su adolescencia a través de la lectura de Karen Blixen , la escritora de Memorias de África. Mas tarde se hizo su amigo y compró un terreno junto al de ella. Era el principio de la década de los sesenta y los cazadores profesionales dirigían safaris, pero los tiempos estaban cambiando.
Fue testigo del comienzo de la explotación de la población en Kenia, la explosión demográfica, de los recursos insuficientes, y las poblaciones de animales masacradas – incluyendo a los elefantes de Tsavo que morían de hambre a millares en una tierra devastada. El artista documentó cuanto vio en sus diarios, sus fotografías y sus collages, muchas veces interviniéndolos con autentica sangre de los animales.
Beard emprendió una lucha titánica para editar libros únicos y estremecedores.
El libro The End of the Game es una crónica ilustrada de la destrucción de una tierra salvaje en la que la crueldad de la naturaleza fue bruscamente sustituida por la crueldad de un supuesto progreso. En ingles “The Game” hace alusión a las cacerías, inicialmente a la caza del zorro.
Reúne más de 20 años de su sus fotografías e investigación. Cuenta la historia de las empresas, exploradores, misioneros y cazadores cuya búsqueda de aventura y “progreso” cambiaron el rostro de África en el siglo XX.
Representa tan solo, otro aviso más sobre el destino de un planeta herido por la falta de sentido común del ser humano, en especial por la codicia del “hombre blanco”.
“Esto es, entonces, la trágica paradoja de la intrusión del hombre blanco. Cuanto más se adentraba en África, más rápido desaparecía la vida de ella, fuera de las llanuras y de los arbustos y dentro de las ciudades, evaporándose en grandes extensiones (acres) de trofeos, pieles y esqueletos. La llegada del hombre blanco, que impuso sus caminos de acero( ferrocarril), su cerebro y su determinación en ese gran continente, fue asistida por la gloria y el coraje, ennoblecida por el sacrificio, enriquecida por la ciencia, la medicina y la ley. Pero marco el principio del fin, en una tierra donde la naturaleza siempre ha sido reina: al mismo tiempo enfermedad y cura, crimen y castigo, principio y final, ni el menor signo de decadencia y muerte fue el gradual, despiadado final del juego salvaje.” Peter Beard
Beard es también recordado como un autentico Dandy, guapo y elegante, de buena familia, que se codeó con la flor y nata social e intelectual de su época.
Fue pintado por Francis Bacon y Salvador Dalí, y escribió diarios con Andy Warhol; se fue de gira con Truman Capote y los Rolling Stones, creó libros con Jacqueline Onassis y Mick Jagger. Como fotógrafo de moda, llevó a las estrellas de Vogue como Veruschka a África y trajo a su regreso a los Estados Unidos nuevos rostros, el de la hoy esposa de David Bowie Iman entre otros.
“En un mundo donde se suma mas de un millón de personas cada cuatro días
unos 500 millones ya viven en la hambruna. Esto es enfermizo. Y ni siquiera hablamos de ello.
Estamos empujando la vida salvaje fuera de sus hábitats. Ha sido domesticada y cercada
en parques naturales y esta condenada a la influencia humana, a la presión humana,
la manipulación humana, el horror humano.
Estamos viviendo en un mundo en desintegración, y no estamos tomando
las medidas adecuadas. Hemos entrado en una era de densidad y estrés por medio de
la superpoblación y el hacinamiento. El juego ha llegado a su fin.” Peter Beard
Este texto ha sido extraído de una canción de Sting titulada también “The End of the Game”:
…..For what else did we know?
One day we’ll reach a great ocean
At the end of a pale afternoon
The dogs are all worn out
And the horses are lame
The hunters and hunted
At the end of the game ….
10 octubre, 2014 en 10:31 pm
Como siempre das en el clavo con tu elección del fotógrafo adecuado en el momento adecuado, suscribo tu reflexión la nefasta huella que el sahib a dejado en sus colonias, maldita sea la hora en que llegamos y peor el desastre que dejamos cuando nos marchamos.
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