Cuando el nivel de locura y sin sentido no para de aumentar en nuestro panorama social, político y económico, me inclino por recordar lo insignificante de nuestra existencia. Sumergirme en la contemplación de las fotografías de Axel Hüte, donde se hace tan manifiesta la pequeñez del ser humano, me reconforta. La crisis de realidad en la que estamos inmersos me invita a compartir las reflexiones de este artista.
Sus abrumadores y sublimes paisajes de naturaleza dura, descarnada, caótica y extrema generan sensaciones que resultan casi inaprensibles e irreales, componiendo sueños fragmentados de realidad que hace que los humanos nos sintamos insignificantemente pequeños. Estas imágenes nos recuerdan nuestra fragilidad y vulnerabilidad acercándonos a un estadio muy primitivo del hombre enfrentado en un medio natural violento, antes de que inventáramos la burbuja de la civilización y progreso para nuestra propia seguridad.
Hüte insiste en la idea de lo real y lo irreal mediante la observación de la naturaleza. Espera a que aparezcan aquellos momentos en los que los lugares estén cubiertos o sólo se puedan ver algunos fragmentos de la realidad. Momentos que se escapan, que se van desvaneciendo.
“…en mis fotografías no muestro una imagen objetiva sino una visión de la realidad que en interacción con la imaginación del espectador se convierte en una imagen subjetiva que se forma en su imaginación.”Axel Hüte
Lo misterioso, que nos transporta la imaginación a esa sensación de sueño e irrealidad, es otra de las estrategias utilizadas por este autor para transmitir lo sublime en el paisaje.
“Mi enfoque consiste en mostrar imágenes familiares de forma extraña. Creo que lo importante es mostrar o simular el espacio, la imaginación es la que puede ver lo que está detrás de la superficie”. Axel Hüte
Mientras que muchas de las fotografías consiguen crear una agradable tensión entre la abstracción y la realidad palpable de una detallada representación fotográfica, en otras las tendencia a la abstracción ha sido tachada por algunos críticos de puro formalismo. La relación con el paisaje romántico esta muy presente en toda su obra, construyendo un espacio pictórico en la superficie plana de la placa fotográfica de gran formato.
Hüte se sirve de los reflejos en el agua para mostrar el mundo al revés y jugar con lo aparente.
La vastedad y la infinitud, que nos transmiten esa sensación de pequeñez e impotencia, funcionan del mismo modo como la niebla y la desolación. Dudo mucho que los pocos seres humanos que se pueden permitir tener colgada en sus paredes una de las inmensas fotografías de Axel Hüte se sientan empequeñecidos, por lo contrario, encontraran lo sublime en la sensación de poder que su mera posesión les depara. Es un consuelo saber que, en este momento tan materialista que estamos viviendo, ni todo el oro del mundo puede evitar la pequeñez humana, es una condición inherente a nuestra existencia que, llegado el momento, todos compartimos por igual. Frente al inmenso poder de la naturaleza, no somos más que insignificantes humanos.
Sus fotografías en los que contrasta los paisajes de climas cálidos y de los helados, del Norte y del Sur, fueron recopiladas en el libro North/South. Son fotografías tomadas en Australia, Brasil, Estados Unidos, Alemania y Maui (Hawai) frente a las obtenidas en Noruega, Alaska o Islandia. Axel Hütte tiene el privilegio de ser un viajero infatigable que ha recorrido los rincones más exóticos del mundo.
Esta de abajo es la portada del catalogo de la exposición Paisaje Escindido.
Axel Hüte en Helga de Alvear
Axel Hüte en El Pais
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23 octubre, 2014 en 5:44 pm
Un remanso de imágenes para relativizar la realidad…muchas gracias Ruth.
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6 marzo, 2015 en 5:14 am
Kewl you should come up with that. Exltlcene!
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23 octubre, 2014 en 5:24 pm
Muy interesante y como siempre con esa reflexión sensible y serena que te caracteriza, gracias de nuevo por compartir Ruth
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