El fin de semana pasado asistí en Barcelona a un taller impartido por Horacio Fernandez en Meeatings23 en el que coincidí con Toni Amengual. Toni tuvo la generosidad de compartir con nosotros su libro “Pain”. Con el «pain» bajo el brazo ha partido esta semana a Paris Photo. Le deseo lo mejor.
La “s” liquida de Spain desaparece dando lugar a Pain dolor en ingles. Podríamos considerarlo un documento del estado de animo nacional. Retrato de la sórdida imagen social que nos ha tocado vivir. La vergonzosa corrupción, el paro, los recortes sociales, el momento social incierto y el futuro desesperanzador han hecho mella en los ciudadanos de a pie. La indignación a pasado a ser tristeza , gris, desteñida y oscura. Se refleja en los gestos, los rostros, el aspecto, el lenguaje corporal. El dolor de esta España en la que los rostros y las actitudes de los ciudadanos son un autentico cromo.
En este libro la tristeza esta, paradójicamente , acompañada de una explosión de color de banderas, de la pandereta, la barretina y el traje de lunares. La coincidencia temporal del taller con la consulta del 9N no hace más que confirmarme los colores. Rojo y amarillo tapan las imágenes, las tienen escondidas. Hace falta un objeto cortante para herir físicamente el libro para acceder a ellas, para descubrir la realidad se requiere una toma de decisiones y una acción.
Se trata de una idea brillante en su sencillez llevada a cabo en forma de libro. La importancia del trabajo en equipo y las decisiones de diseño de Astrid Stavro y Pablo Martín (Atlas) han sido cruciales.
El libro sin abrir/herir puede tratarse como un bloc de notas con hojas de colores. Con optimismo bien puede servir para escribir un nuevo futuro. La lectura de este libro, que el autor concibe como novela, necesita de una acción, en principio violenta, que es abrir con un utensilio cortante las paginas del libro. En nuestra mano esta el tomar la decisión de como abrir las páginas y destapar la realidad.
El ejemplar que trajo Toni al taller estaba abierto de forma muy irregular. Le había pedido a sus amigos que abrieran cada uno unas cuantas paginas. Algunas estaban perfectamente cortadas otras desgarradas, el cómo se abre cada página influye en cómo percibimos las fotografías.
Yo ya he comprado mi ejemplar. No tengo ni idea de cómo y por donde voy a empezar a abrir.
Las 120 fotografías que conforman el libro fueron tomadas compulsivamente con la cámara de un móvil entre los años 2010 y 2012. El libro sale a la luz en 2014. A pesar de los mensajes optimistas y de recuperación de los políticos y los medios de comunicación, las imágenes del sufrimiento de la población en las calles que aparecen en el libro siguen siendo tan vigentes como cuando fueron tomadas.
En el taller comentamos con Horacio como el «Arte» se ha separado de la sociedad. Me reconforta poder ser testigo de esta forma de cultura que son los fotolibros. Mas allá de tendencias y modas, el momento dorado que este tipo de expresiones culturales y/o artísticas es un agradable soplo de aire fresco. Estos libros objeto son verdaderamente interactivos física y materialmente, son una expresión de las reflexiones de sus autores y se convierten en una experiencia física e intelectual para el lector. ¿Que más podemos pedir?
Es comprensible el fenómeno. Desmontando visiones apocalípticas acerca de los libros y las publicaciones en papel, los fotolibros son una forma de arte e intercambio cultural asequible y poco pretencioso, un modo de expresión creativa muy “democrática.” Si luego llega el momento de pasar a las paredes, eso ya es otra historia.
Toni Amengual // PAIN from haveanicebook on Vimeo.
Imposible condensar el taller con Horacio. El titulo del taller era Fotos & Libros: «De las manos a la pared». Horacio compartió con nosotros exposiciones y libros como Fotografía Pública (1999), Foto/Gráfica 2010 en París, El fotolibro latinoamericano (2011), «fotos y libros« 2014, entre muchos otros. Estuvimos viendo también soluciones expositivas para los libros y para exposiciones sobre libros.
Horacio Fernández es el comisario de la exposición «fotos y libros» en el Museo Reina Sofía hasta el 5 enero de 2015. Ha sido profesor de Historia de la Fotografía en la facultad de Bellas Artes de Cuenca desde 1988, y fue comisario general de PHotoEspaña en sus ediciones 2004, 2005 y 2006. Le tuve como profesor el curso pasado en el Master de PICA, siempre un placer disfrutar con su erudición e inteligente ironía.
El sábado al medio día tuvimos ocasión de ver la exposición de Cristina de Middel «5 historias» en la galería Tagomago, cuyos dueños Vicenç y Valérie Boned también asistieron al taller.
17 noviembre, 2014 en 11:02 am
Muy interesante , me ha gustado mucho sobre todo el fotolibro PAIN, perfecto equilibrio entre contenido y continente.
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