Reconocer la propia ignorancia es el primer paso para aprender. De eso va este blog, de la maravilla que supone descubrir y disfrutar por primera vez de un libro, de la obra de un artista o de una experiencia visual.
La semana pasada, estando en Barcelona, me pasé por la librería Kowasa. Allí trabaja Willy Rojas, al que conocí en el taller de David Birkitt, creador de DMB Media y representante entre otros fotógrafos de Martin Parr.
Esta emblemática librería especializada en fotografía desde 1986 anunció su cierre hace ya unos meses. De momento sigue abierta y es un placer pasar un buen rato hojeando libros en este espacio mítico y referente cultural. La política desfavorable a la cultura que mantiene nuestro gobierno, la presión fiscal y la competencia desleal por parte de ciertas tiendas on-line no reguladas, sumadas a la edad avanzada de su dueño y fundador Hubert de Wangen, sin sucesores directos, han hecho inevitable la decisión de su cierre.
Me hubiera gustado llevarme media tienda, pero la limitación económica y el hecho de tener que volver a Madrid en una línea aérea de bajo coste que no me permitía llevar más que una muda limpia, me hicieron seleccionar muy mucho lo que me llevaba.
Allí encontré un sencillísimo libro que me cautivó. Se trata de «Twenty ways to disappear«(2013) de Enric Montes. El objeto en si es un enigma. No tiene título ni autor en su portada, tan sólo una huella dactilar. Me reafirma en el placer de las cosas sencillas, aunque no estoy muy segura de que sea apto para mentes olvidadizas o despistadas como la mía.
El título aparece desvaneciéndose en el interior, y en la siguiente pagina unas lineas extracto del libro The Door in the Wall and Other Stories escrito por H. G. WELLS:
“… in the very moment the door swung behind me,
I forgot the road with its fallen chestnut leaves, its cabs and tradesmen´s carts,
I forgot the sort of gravitational pull back to the discipline and obedience of home,
I forgot all hesitations and fear, I forgot discrection,
I forgot all the intimate realities of this life.
I became in a moment a very glad and wonder-happy little boy – in another world…”
Este relato de Wells habla sobre el deseo de abandonarse a la imaginación y liberarse de la vida regida por la razón. La dificultad de su protagonista, Wallace, para elegir entre el arte y la ciencia, entre lo racional y la imaginación como elementos de la experiencia, le lleva a la muerte.
Las imágenes en su interior, tan solo 20 fotografías en color, son sutileza y poesía pura.
Aqui tenéis un video con el libro al completo.
No me duele en prenda reconocer que no conocía a este autor, es más, me alegro de haberlo descubierto a estas alturas en las que no puedo empatizar más con su propuesta de evasión a mundos imaginarios lejos de la “racional realidad”.
El trabajo mas conocido de Enric Montes son los tres libros que componen la trilogía «El buscador de prodigios«: «El viaje vertical» (2009), «El eco de las cosas» (2010) y «El domador de sueños» (2011)
Otra maravilla que me encanta de este autor: “Es por el azul crujiente” (2011), inspirado en textos de García Lorca.
Pingback: 24 de julio 2015. 20 ways to disappear. Enric Montes. | gabrielacendoya