Retrato de Paulo Nozolino realizado por Jorge Ontalba
Paulo Nozolino ha viajado incansablemente por el mundo con su Leica. Su viaje comienza siendo muy joven, en los años 70, cuando se fue a vivir a Londres. En los 80 se fue a Paris donde vivió durante los 90. Esto fue el inicio de una serie de viajes por el mundo árabe y por el resto de Europa después de la caída del muro de Berlín. Actualmente vive y trabaja en Lisboa.
Ha recibido numerosos premios incluidos el Kodak Prize en Portugal y el Leica Foundation Award en Francia. Podemos destacar entre sus libros monográficos: Bone Lonely (Steidl, 2009); Far Cry (Steidl, 2005) y Penumbra (Scalo Publishers, 1996), donde refleja sus preocupaciones políticas y los cambios sociales. Para el, el libro es el objetivo final de su trabajo.
Nozolino no quiso hablarnos casi acerca de su obra pero si mucho sobre lo que para el significa la fotografía. La siente de la misma manera que siente la vida, la utiliza para comprender tanto el mundo como a si mismo y lo lleva a los limites de sus interrogantes, sus respuestas y sus experiencias. Es su forma de comunicarse con el mundo. Reconoce que la fotografía le salvo la vida en un momento muy autodestructivo. Nos convertimos en aquello que en lo que nos queremos convertir a base de tomar decisiones, precisamente la fotografía consiste en tomar decisiones. Si conservamos la curiosidad permanecemos siempre jóvenes.
Paulo nos pide que reflexionemos sobre lo que es realmente importante para nosotros, que no perdamos la oportunidad de fotografiar aquellas personas que realmente nos importan, que estemos alerta a lo que nos rodea, a todos esos pequeños detalles cotidianos de nuestro entorno y que entonces nos planteemos, ¿Cómo puedo mostrar respeto a todo esto? Se trata de convertir en extraordinario aquello que parece banal. Es el estado del espíritu del fotógrafo lo que debe de ser inmediato en la percepción del espectador.
Nos anima a soltarnos y no pensar tanto, no es el único que nos ha insistido en que no hay que intelectualizar demasiado la fotografía. Hay que asumir riesgos y considerar la vida como un enorme escenario.
El momento sagrado en el que se aprieta el disparador para hacer una foto se ha perdido, según Paulo, en la era digital. Es cierto, tomamos demasiadas fotografías y sin demasiado cuidado, esto acaba siendo un gran problema a la hora de la selección y la edición, aunque con lo digital también borramos muy deprisa y perdemos errores que en otro momento puedes considerar geniales.
Es en el cuarto oscuro donde confiesa ver lo que no vio en el momento de disparar, descubrió realmente la fotografía en el laboratorio, en el fue concibiendo su particular visón.
En su trabajo no hay espacio para la condescendencia. Su mirada es oscura, la destrucción es destrucción, la muerte es muerte y los negros muy negros.
Paulo es “superfan” del cineasta húngaro Bélla Tarr, entre su filmografía nos destacó El caballo de Turín, Satantango, Visiones de Europa y Damnation.
Paulo Nozolino en espaivisor.com
Paulo Nozolino en academia.edu
Paulo Nozolino en recontres_arles-photo.tv
Paulo Nozolino en wikipedia.org
Paulo Nozolino en images.ch
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25 abril, 2017 en 11:24 pm
Muy buen artista. No lo conocía hasta .
Sólo quería comentarte que la ante-penúltima foto (la del bosque totalmente talado) es de Trent Parke – Minutes to Midnight
Un saludo
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6 noviembre, 2017 en 1:51 pm
Gracias
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8 septiembre, 2014 en 10:50 am
Comentarte que has incluido una foto de Bernard Plossu dentro del articulo: la del hombre con sombrero andando al lado del muro en la calle.
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8 septiembre, 2014 en 5:48 pm
Gracias Luis por darte cuenta y avisarme. Ya esta corregido.
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6 marzo, 2014 en 8:36 pm
Muy coherente en su discurso , me parece Paolo Nozolino. Y reconozco en esas imágenes esa misma intensa desolación de Béla Tarr y su Caballo de Turín.
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