Un grupo de civiles son obligados por las tropas aliadas a mirar los restos de cadáveres apilados tras la liberación del campo de concentración nazi de Buchenwald, situado a pocos kilómetros de la ciudad alemana de Weimar, donde nació Goethe. Esta foto fue tomada el 28 de Abril de 1945 por una mujer: Margaret Bourke-White.
Esta fotorreportera norteamericana había estado acompañando a las tropas de EEUU cómo la primera mujer corresponsal de guerra. Llegó a Buchenwald el 15 de abril acompañando al General Patton, este quedó tan impresionado por lo que vió que ordenó a sus hombres que trajeran a los vecinos de Weimar para que vieran con sus propios ojos lo que sus líderes habían hecho. Según el libro autobiográfico de Burke White, titulado «Portrait of my Self«, fue entonces cuando escucho por primera vez las palabras que luego escucharía mil veces «No lo sabía, no lo sabía».
Margaret Bourke-White vió y fotografío las pilas de cuerpos desnudos sin vida, los restos de huesos en los hornos, los esqueletos cubiertos de pellejo aun con vida que morirían poco después, las tulipas de lamparas hechas con piel tatuada humana…
«Usar una cámara era casi un alivio. Esta interponía una ligera barrera entre el horror en frente mío y yo misma.» Sigue leyendo